en

Chocolate, el alimento de los dioses

Tiempo de lectura: 3 minutos

El chocolate se está convirtiendo en uno de los protagonistas indiscutibles de este blog. De él te hemos hablado en nuestra experiencia en el Salón Internacional del Chocolate de Astorga y también lo hemos utilizado para elaborar la deliciosa receta de la tarta de chocolate Cook&It.

Pero… ¿conoces la historia de la comida de los dioses? Este ingrediente utilizado en los postres procede del árbol del cacao (Theobroma cacao) que crecía en las selvas tropicales del Orinoco y el Amazonas, y era utilizado como moneda de cambio por civilizaciones como la Azteca, que consideraban al chocolate como un alimento divino y alrededor del que giraban muchos de sus rituales sagrados.

El chocolate llegó a Europa gracias al conquistador Hernán Cortés y, aunque su sabor amargo no fue del agrado de todo el mundo, fue evolucionando hasta lo que conocemos actualmente gracias a la adicción de azúcar y diversas especias y al importante papel que jugaron monjes españoles adaptándolo al paladar europeo.

Podemos encontrar a los grandes productores de cacao en el continente africano: Costa de Marfil, Ghana, Camerún o Nigeria. Fuera de África también hay importantes productores, como Ecuador, Malasia o Indonesia.

La mayor parte del cacao se consume en Europa y Norteamérica. Países Bajos, Estados Unidos y Alemania son grandes consumidores de este manjar.

Astorga, la capital del chocolate

El chocolate ha ocupado un importante lugar en la  historia de la sede del Salón Internacional del Chocolate, que ha sido un importante centro de producción chocolatera y que también alberga un museo dedicado íntegramente a este alimento y que contiene una colección, única en España y la segunda en Europa, de maquinaria utilizada tanto para su elaboración como para la impresión de la publicidad de las fábricas.

Los monjes españoles jugaron un papel fundamental al adaptar este alimento al paladar europeo añadiendo leche, miel y azúcar.

El clima frío y seco de Astorga, unido a su situación estratégica en pleno Camino de Santiago, contribuyeron al auge del chocolate en esta ciudad desde el siglo XVII hasta mediados del XX. En 1920, había en Astorga unas 20 fábricas dedicadas a la producción de chocolate, además de talleres que fabricaban maquinaria específica de este sector que llegó a exportarse a grandes centros industriales.

Debido al dominio del transporte entre Galicia y Madrid del que gozaban los arrieros maragatos, estos contribuyeron a extender la fama del chocolate de Astorga por toda España.

Cómo realizar una cata de chocolate

Realizar una cata de distintos chocolates es toda una experiencia sensorial, un ritual en un ambiente cómodo y distendido, preferiblemente con música y en la mejor compañía. Recomendamos llevar a cabo la cata en una sala con un temperatura agradable y, a ser posible, por la noche y tras una cena ligera.

Elegiremos los distintos chocolates en función de su acidez, que va desde el 35% hasta el 82% de cacao. También podemos elegir una gama en función de su contenido en leche.

Antes de comenzar la cata, dispondremos recipientes adecuados con un número de muestras  que va de 4 a 6, no muy grandes y que estarán ordenadas de menor a mayor contenido en cacao. Para tomar entre cada una de las muestras podemos utilizar agua o bien manzana o pan tostado para limpiar las papilas gustativas. Es muy importante la temperatura de consumo de las muestras para poder apreciar mejor todas las características de producto, siendo la ideal de 18 ªC

Esta sería una guía para disfrutar de una cata de chocolate con los cinco sentidos:

  • Míralo: Debe estar brillante y sin manchas blanquecinas u otro tipo de imperfecciones en superficie.
  • Tócalo: Debe ser firme al tacto, ni pegajoso ni grasiento. Cuanto más suave sea al tacto, mejor será su fusión en boca.
  • Rómpelo: El sonido al romperlo debe ser limpio, los bordes quedarán limpios y sin esquirlas.
  • Huélelo; Apreciar su aroma es fundamental antes de saborearlo.
  • Saboréalo: Tomamos un pequeño trozo, lo rompemos con los dientes y dejamos que se derrita y se funda en la boca para apreciar los distintos sabores, como ácido, amargo, afrutado, lácteo…

Escrito por Manuel Grueira

Ingeniero y hostelero. Social Media y Diseño Web en Cook&It. Hootsuite certified professional y certificación de Google para el diseño de sitios web para móviles.

¿Te ha gustado el artículo?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Astorga sabe a chocolate, SICA 2015

Experiencias gastronómicas: Fórum Coruña 2015