Quizás pienses que sólo es en verano cuando debemos de adoptar precauciones en la cocina para evitar intoxicaciones alimentarias. Y si, es cierto que en verano este riesgo aumenta debido a las altas temperaturas, pero en la época navideña tampoco debemos descuidar las normas de higiene básicas a la hora de cocinar, debido entre otros motivos, al incremento del consumo de carne picada, pescados y mariscos, que son productos perecederos muy delicados y muy presentes en las comidas de Navidad. Para más inri, estos días tomamos más salsas preparadas con huevo crudo o leche, que no siempre conservamos de la forma más adecuada porque las neveras están a tope o porque, por la gran cantidad de comida a preparar en muchas ocasiones, se cocina con antelación.
Otro de los malos hábitos que llevamos a cabo en estas fiestas, producto de las prisas, es el deficiente lavado de manos o el uso de las mismas tablas de corte para alimentos crudos y cocinados que pueden dar lugar a la contaminación de los alimentos.
A todo lo anterior, debemos de añadir que nuestros generosos invitados nos traerán comida que no cabrá en nuestras ya repletas neveras y tendrá que quedar en la cocina a temperatura ambiente, con el riesgo que ello supone. Esto ocurre porque nuestras cocinas están en estado de overbooking en estos días, ya que no están diseñadas para la cantidad de comensales de estas fechas.
Para evitar que estos errores de manipulación te puedan estropear las comidas de Navidad, sólo tienes que poner en práctica unos sencillos consejos de seguridad alimentaria.
Consejos para unas comidas de Navidad seguras
Separa
No utilices los mismos utensilios y tablas de corte para manipular alimentos crudos y cocinados o conseguirás que los alimentos ya preparados se acaben contaminando. Lávalos siempre cuando vayas a utilizarlos con otros alimentos o bien usa utensilios distintos para alimentos crudos y cocinados.
Limpieza, mucha limpieza
Haz uso de utensilios, trapos y delantales siempre limpios, lo mismo que todas las superficies de la cocina. Cualquier persona que ofrezca su ayuda se lavará las manos adecuadamente antes de manipular los alimentos. Las personas enfermas, mejor que no ayuden para evitar así el riesgo de contaminaciones.
Cocina correctamente
Cocina adecuadamente los alimentos para asegurar la eliminación de cualquier microorganismo patógeno presente en el mismo. Aquellos alimentos que se elaboren a base de huevo crudo, se guardarán en la nevera inmediatamente después de ser preparados.
Ojo con lo que sobra
Los restos se refrigerarán o congelarán de forma inmediata. Si nos los llevamos a casa después de la comida, los guardaremos de nuevo en la nevera o congelador para evitar que se rompa la cadena de frío.
Enfriar
Enfriar los alimentos antes de ser congelados o refrigerados, sumergiéndolos bajo el chorro del grifo o utilizando agua con hielo. No dejaremos los restos o la comida más de 2 horas a temperatura ambiente.
Controlar la temperatura
Los alimentos cocinados para nuestras comidas de Navidad se mantendrán calientes y los alimentos para consumir en frío se guardarán en la nevera. Usaremos el horno para mantener los alimentos calientes hasta su consumo y vigilaremos que la nevera no esté muy sobrecargada para garantizar su buen funcionamiento.
No lo olvides…
¿Cuáles son tus consejos para no tener disgustos con la comida de Navidad? ¡Cuéntanos!