En las frías tardes del otoño-invierno cuando el hogar invita a permanecer al calor de la lumbre, no hay nada mejor como compartir el tiempo en familia metiendo las manos en harina para hacer unas deliciosas magdalenas.
Divertidos moldes de silicona, o los moldes de papel de siempre, dibujarán las sonrisas de todos tras sacar del horno las magdalenas y degustarlas con una rica taza de chocolate o un buen café. Os invitamos a disfrutar con esta sencilla receta y siempre podéis darle vuestro toque de sabor.
Ingredientes
- 3 huevos
- 175 gr azúcar
- 125 ml leche ó nata
- 125 ml aceite
- 1 cucharadita de aroma (azahar, limón o vainilla)
- 250 gr harina
- 1 sobre levadura
- 1 pizca de sal
Elaboración de las magdalenas
Primero mezclamos los huevos y el azúcar, metiendo todo el aire posible para que queden más esponjosas.
Después vamos añadiendo la leche (en algunas ocasiones utilizo nata o leche evaporada para que queden más suaves) y el aceite, este puede ser de oliva si nos gustan los sabores más intensos, de girasol o incluso podemos poner mantequilla en pomada. Y le añadimos una cucharadita de café de nuestro aroma favorito.
Por último, y tras mezclar bien la harina, levadura y una pizca de sal, tamizamos y se la vamos añadiendo poco a poco a la mezcla anterior.
En este punto rellenamos los moldes, recordando que no hay que llenar hasta arriba, debemos dejar espacio para que suban. Y las introducimos al horno precalentado a 180º unos 12-15 minutos.
Importante no abrir el horno durante la cocción, cuando veamos que empiezan a tomar color dorado las sacamos, desmoldando sobre una rejilla, las magdalenas que no estén en moldes de papel.
Podemos espolvorear con azúcar y canela antes o después de hornear. Y uno de mis trucos favoritos es poner arándanos y fresas secas maceradas en vino dulce en la masa de las magdalenas antes de hornear.
Y a vosotros ¿cómo os gustan las magdalenas? Si queréis compartir con nosotros vuestros trucos no dudéis en dejarnos un comentario.
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