Pasamos por el centro geográfico del Camino de Santiago con la mochila llena de experiencias, recuerdos, momentos, cansancio y gente con la que hemos compartido etapas. Los pies doloridos, el cuerpo cansado y la vista divisa a lo lejos el pueblo de Sahagún, las ganas de llegar al merecido descanso diario se mezclan con la curiosidad de descubrir el corazón del románico mudéjar.
Durante estos últimos meses he tenido la suerte de trabajar en la oficina de turismo de Sahagún, como hospitalera en el albergue de peregrinos y como guía en el Santuario de la Peregrina, cientos de personas han pasado y cada día he procurado regalarles mi sonrisa, compartir la historia, la gastronomía, la cultura local y también provincial. Y cada día he recibido cientos de sonrisas devueltas, y el agradecimiento de cada uno de los que han pasado por allí, valorando mi profesionalidad. Desde aquí quiero agradeceros vuestras sonrisas y vuestras gracias, con una pequeña muestra de las fotos de algunos peregrinos, momentos, detalles,…a todos ¡ Buen Camino!